Tengo una deuda con Dios.
Sacaremos los imposibles recuerdos
y que los pecados sean los que reclamen mi cuerpo moribundo.
Tengo una deuda con el maligno.
Derrotaremos las plegarias en versos malditos
y la soga al cuello
con los duende malditos
de un infierno sincopado.
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